Viernes: Murallas derrumbadas

La muralla que Silvia derribó fue la que estaba en su salud. Ella comenzó el propósito de derrumbar las Murallas y pidió ser sanada del nódulo que tenía en su mama y del bioma que tenía en su vientre, el cual le producía hemorragias constantes, y así como determinó, su fe fue honrada ya que ahora está sanada completamente sin los dolores que padecía permanentemente.
Así como ella fue sanada y sin la necesidad de ser intervenida quirúrgicamente, sucede con aquellos que materializan su fe en el Dios Vivo.




Dora estaba desempleada, ella y su familia sobrevivían con $430 de la asignación que cobraba. Además de esos problemas económicos, sufría de depresión, estaba enferma y tenía dolores en sus piernas. El médico le había dicho que podía quedar en sillas de ruedas. Fue con todas esas murallas en su vida que comenzó el propósito cada viernes y de esa manera fueron derrumbadas. Hoy tiene 3 trabajos diferentes y fue sanada por completo de las enfermedades que tenía en su cuerpo y en su alma, ya que no tiene más depresión.
Usando su fe cada semana fue respondida.

Silvia había estado durante meses con dolores en la columna que no se iban con calmantes. Al caminar, le dolía más e incluso le producía calambres. Sumado a esto, estaba desganada, se sentía débil, lo que le quitaba las ganas hasta de ir a trabajar. Todos estos problemas fueron vencidos participando del propósito de las murallas. Ella logró derrumbar todos esos problemas usando su fe cada viernes pidiendo que esos dolores desaparezcan y así aconteció.

La casa de Antonia no era el lugar que ella quería para tener paz y armonía ya que había peleas constantes en su familia. Además de no tener paz en su hogar, no tenía tampoco paz interior ya que tenía depresión, lo que le quitaba las fuerzas para luchar por ella y su familia. Por todos esos problemas ella fue invitada a participar del propósito de las murallas, y como muchas personas, ella también derribó todos los problemas que había en su vida. Hoy, ella es libre de la depresión y su familia está en paz como ella anhelaba.

Lo que a Betina la impulsó a aceptar la invitación para participar del propósito para derrumbar las murallas fue su imposibilidad de caminar. Ella había estado postrada en cama debido a una hernia de disco y fue de esta manera que llegó al Cenáculo de Mendoza, acostada en una camilla porque no podía levantarse. Después de recibir la oración, recibió el milagro que había ido a buscar: poder levantarse y caminar. 
La decisión que ella tomó de participar el viernes fue lo que la llevó a ser respondida.