Somos
lo que damos
Confesar una creencia en Dios o adoptarlo como Padre no
implica una vida completa como así tampoco, una aprobación por parte de Él. Y
este pensamiento de Él se ve reflejado en Malaquías 1:6: “El hijo honra al padre y el siervo a su señor. Si pues, soy yo padre,
¿dónde está mi honra? Y si soy señor, ¿dónde está mi temor?, dice el Señor de
los ejércitos a vosotros que menospreciáis mi nombre”. Ese reclamo de Dios
no es para aquellos que dicen no creer en Él sino para aquellos que lo tienen
como su “Señor”, para los creyentes. Como Padre no se ve honrado por quienes
aceptan ser sus hijos, y como Señor no ve el temor de sus siervos.
Muchos no se consideran una de esas personas que menosprecian
a Dios, pero cada uno debe analizar su propia vida y ver qué ha hecho y hace
para Dios y de qué forma. Cuando damos a Dios algo de cualquier manera, cuando
esporádicamente Lo buscamos, cuando Le damos lo que nos sobra es cuando Él se
siente menospreciado por Su creación.
Si su vida no ha avanzado, si ha recibido algunas bendiciones y respuestas para sus problemas pero no tiene una vida completa, con abundancia, con salud, con paz, es el momento para volverse a Dios y empezar a darle lo mejor de usted para también recibir lo mejor de Él, porque lo que Él tiene para dar a sus hijos que Lo honran no se compara con lo que éstos puedan darle primero a Él. Quizás usted ha dado lo mejor para muchas personas pero nunca recibió nada a cambio. Ahora usted sabe quién es la persona correcta para ofrecerle lo mejor. Por esa razón, lo invitamos a participar este domingo a las 9:30 hs a volverse a Él para honrarlo con lo mejor de usted. En calle Rioja 1448, Ciudad. Lo esperamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario