Viernes
¿Ha sido víctima de ella?
No es necesario creer en ella. Ignorarla no impide que ella actúe. Pensar que no existe no la aleja. Intentar “esquivarla” es inútil. Cualquier persona es inmune a ella. Es un mal que no se desgasta ni termina con el tiempo. Sus daños pueden ser innumerables ya que es un mal “invisible”, nadie sabe de dónde viene o porqué. Lo cierto es que todas aquellas personas que están desprotegidas pueden ser el blanco de sus ataques.
Este mal que trabaja sin que nadie lo pueda ver es la envidia. Y muchos han sido víctimas de sus daños; han perdido familias, matrimonio, trabajo, amistades, etc y todo por no tener la protección contra ese mal. Entonces, ¿cómo vencerla? La Palabra de Dios nos dice que cruel es la ira, e impetuoso el furor; mas ¿quién podrá sostenerse delante de la envidia? (Proverbios 27:4). La respuesta a esta pregunta no la vamos a encontrar en ningún ser humano sino en Aquél que tiene poder para vencer cualquier mal, aunque a los ojos humanos parezca grande e invencible, porque lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios (Lc 18:27). La solución está en buscar la protección divina del Todopoderoso para ser libre de todos los daños que la envidia pueda causar.
Usted puede intentar ignorarla o creer que la envidia no existe o que a usted no “llega”, pero la respuesta la va a encontrar mirando alrededor suyo y ver todo aquello que perdió o aquello que hasta el día de hoy no ha podido conquistar. No hay peor decisión en contra del mal que ignorarlo y no luchar, dejándole libertad para actuar en su vida.
Si lo que usted quiere es estar protegido y pelear para ser libre de la envidia y sus daños, este viernes es su oportunidad. Participe a las 8, 10, 16 o, principalmente, a las 20 hs, en Rioja 1448, Ciudad, Mendoza.
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