La palabra de Dios nos cuenta la historia de diez vírgenes (Mateo 25:1-13), diferenciando dos clases de personas frente a la venida del Señor Jesús: aquellas que son prudentes, que velaron y se prepararon y aquellas que son insensatas, las cuales no vigilaron y por eso, la Biblia dice que se cerraron las puertas tras ellas. Las primeras representan a los que cuidan de su vida espiritual y se preparan para esperar a Jesús. Las segundas, las que dejan ese cuidado para después y se “olvidan” de la venida de Él.
Los que son prudentes entienden la importancia y la necesidad de tener sus lámparas llenas de aceite, es decir, su corazón lleno del Espíritu Santo, porque saben que por más que tengan prosperidad, salud, familia restaurada, etc, no sirve de nada sin el aceite en sus vidas.
A diferencia de los anteriores, los que son insensatos no buscan, no cuidan el aceite o, quizás, no luchan por recuperarlo, y son éstos los que ponen en riesgo su salvación, esperando ese día sin prepararse y buscar a Aquél que les puede dar el aceite.
Es cada uno quien decide, con sus actitudes y decisiones, en cuál de esas dos clases de personas va a estar.
Si usted reconoce que no está preparado, que no ha cuidado de su alma, la oportunidad la tiene este domingo a las 9:30 hs en calle Rioja 1448, Ciudad.
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