DIARIO Online

Domingo


El que nunca olvida

Es común que para nosotros, como seres humanos nos olvidemos de lo que hicimos hace un tiempo atrás, que no recordemos con exactitud lo que pasó en un determinado momento en el pasado, pero el Altísimo nos muestra el por qué podemos confiar en Él: “Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido y sirviéndoles aún” (Hebreos 6:10). Nos deja claro que podemos confiar ciegamente en Él, sabiendo que Él tiene presente todo aquello que hicimos por Él, por obediencia a Su Palabra. Pero también nos alerta, para que no nos acomodemos en nuestra fe, “pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza… “(vers. 11), enseñándonos que tenemos que luchar por nuestros sueños sin desmayar, hasta que se hagan realidad en nuestras vidas y, además, nos da los motivos: “Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo, diciendo: De cierto te bendeciré con abundancia y te multiplicaré grandemente” (vers. 13, 14). Esa paciencia que Dios pide tiene su recompensa, Él juró dar una bendición con abundancia y multiplicar a aquellos que saben esperar y que muestran la misma solicitud hasta el fin. Y como si el juramento del Todopoderoso no alcanzara, confirma: “Y habiendo esperado con paciencia, alcanzó la promesa” (vers. 15).

¿Qué otra cosa puede pedir una persona aparte del juramento del Único que no puede mentir? No solo nos dio su Palabra sino que hizo un juramento con Abraham y con aquellos que siguen sus pisadas de obediencia, perseverancia, fe, entre tantas otras actitudes con las que este héroe de la fe llamó la atención del Dios Vivo.

La palabra usted ya la tiene, hasta un juramento para cambiar su vida, solo falta su actitud para buscar el cumplimiento del mismo. Por esta razón tan importante e imperdible es que lo invitamos este domingo a las 9:30 hs, en calle Rioja 1448, Ciudad.

Domingo


Cuando Dios habla...


Las promesas de Dios son irrevocables. Así como Él colma de bendiciones a aquellos que lo obedecen, Él también tiene promesas para quienes no hacen caso a Su voz.

Él juró por sí mismo que bendeciría y multiplicaría a Abraham (Génesis 22:16) porque este último no le negó nada, ni a su hijo sino que todo lo que Dios le ordenaba, él hacía. Llegando a provocar que Dios diera voces desde el cielo para que no tocara en Isaac (Gén.22:11) porque vio la decisión de Abraham en obedecerle hasta las últimas consecuencias. Fue por ese motivo que el Altísimo multiplicó y engrandeció de tal manera a Abraham, porque éste estaba decidido a sacrificar para Él.

Con cada uno de aquellos que creen en Dios como su Señor, tiene que pasar lo mismo: Dios tiene que verse obligado a dar voces desde el Cielo para bendecirlos. Pero solo esa promesa se cumple cuando la persona está dispuesta y decidida a sacrificar para Dios.

Por otro lado, están aquellas personas que actúan en forma contraria a Abraham, que desechan lo que Dios les pide y ordena. Para ellos, el Todopoderoso también les envía Su Palabra: “¿por qué habéis hollado mis sacrificios que yo mandé entregar? (1 Samuel 2:17) y les advierte “Yo honraré a los queme honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco” (1 Sam. 2:30). A través de esto, Él nos muestra que como Padre tiene su disciplina para cada hijo.

Usted puede elegir ser como Abraham, que sintió el dolor del sacrificio, pero que fue grandemente multiplicado, o ser como aquellos que desechan lo que Dios manda. Su decisión es la que va a cambiar su vida, y si realmente quiere un cambio de vida, puede buscarlo este domingo a las 9:30 hs. en calle Rioja 1448, Ciudad.